Índice de contenidos
Memoria e hipnosis:
¿Ayudará la hipnosis a recuperar la memoria?
La memoria almacena nuestros recuerdos, pero acceder a ellos no es siempre fácil. Existen muchas creencias sobre la hipnosis. Una de ellas es que mediante la hipnosis se puede acceder a tu memoria y extraer todo lo que se desee. Veamos una historia real y saca tus propias conclusiones:
Una persona se pone en contacto conmigo y me comenta que hace seis meses abrió una cuenta por internet. Para acceder a la cuenta el sistema genera un pequeño papel donde se le muestran doce palabras que reconoce perfectamente. Son palabras “especiales y divertidas” según me explica. Escribe las palabras en su móvil y destruye el papel de la clave. Transcurren unos meses y lleva a reparar su móvil. Lo recoge en perfectas condiciones, pero no contó con que en las reparaciones de móvil se borra la memoria como procedimiento habitual.
Como imaginarás, la situación es clara; ya no tiene la clave de doce palabras y sin ella nadie puede acceder a la cuenta que abrió. Tampoco el sistema puede generar una nueva clave si no se le suministra la anterior.
¡La hipnosis parece la solución desesperada!
Se inicia la hipnosis; primero inducción y después la profundización.
Yo le comento mi experiencia; la hipnosis tiene sus limitaciones y los recuerdos sin contenido emocional no suelen permanecer en la memoria de largo plazo o acceder a ellos es improbable. Le muestro claramente mi punto de vista; “no creo que lo consigamos”. Su razonamiento es muy práctico; “no tengo nada que perder y quiero intentarlo”.
Se tiende en la camilla y lo cubro con una manta porque es invierno y durante la relajación la temperatura corporal baja. Inicio la inducción a hipnosis y continúo con la profundización. Después de veinte minutos la persona está en un estado de relajación profunda y lo llevo al momento donde lee las palabras y las anota en el móvil. Recuerda el papel amarillo donde estaban a notadas las palabras y le indico que lo observe tranquilamente. “No hay prisa, obsérvalo tranquilamente, deja que las palabras vengan a ti.”
La memoria funciona por asociación, un recuerdo se une a otro
Durante veinte minutos trabajamos en esta línea y parece que de un momento a otro le vendrá la primera palabra.
Una vez tuviésemos la primera el resto podrían venir más fácilmente porque la memoria funciona por asociación. Es como si al tener una palabra “tirase del hilo” de la siguiente.
El estado de relajación se hace más profundo y tengo la impresión que va a pasar al sueño en cualquier momento. Para descongestionar le sugiero a la persona que sé vaya a un momento alegre de su infancia y que le diga a su niño interior varios mensajes positivos. Experimenta momentos muy entrañables y su estado es óptimo para regresar a las doce palabras.
La hipnosis tiene sus limitaciones
Entrañable encuentro con su niña interior.
Lo vuelvo a situar delante del papel amarillo y le doy tiempo sin apenas intervenir. Tan solo le animo de vez en cuando a que mire el papel amarillo “sin intención”, “que las palabras se muestren a ti sin esfuerzo”, “si vienen bien y sino también”. No quería crear tensión ni estrés en la persona que está en hipnosis porque el estrés empeora el acceso a los recuerdos.
Sin duda la persona está en una profunda relajación y todo depende de ella. Pasan los minutos… y la sesión se prolonga por más de una hora.
Las palabras no vienen a la memoria y abro una nueva posibilidad; “dejamos la puerta abierta a la memoria para que nos vengan ésas palabras en cualquier momento». Con esta sugestión se facilita a que las palabras puedan venir a la persona al leer una palabra similar, al recordar un suceso, durante el sueño…
Decido finalizar: doy algunas sugestiones positivas, rellenamos de paz y armonía, nos centramos en la respiración y vamos “despertando” hacia un estado gran energía y profunda calma.
Abre los ojos y sonríe. Se siente fenomenal y no ha recordado ninguna palabra. Sin embargo, me explica fascinado cómo vinieron a él muchos recuerdos de la infancia y lo gratificante que fue el encuentro con su niño interior.
Como vemos en esta historia real, la hipnosis tiene sus limitaciones. La hipnosis no es todopoderosa, tan solo una excelente herramienta para trabajar con la vida emocional de las personas, mejorar su percepción de su pasado, mejorar una actitud… Nos abre una posibilidad excelente para reinterpretar lo que ya ha sucedido. Con trabajo y paciencia se puede convertir un trauma en una posibilidad excelente para aprender a valorarnos a nosotros mismos y salir reforzados, incrementando nuestra enorme capacidad de resiliencia.
¿Qué recordamos mejor?
Las memorias de emociones perduran.
Los recuerdos “intelectuales” que no se asocian a un estado emocional parece que no dejan “huella”, no perduran en nuestra memoria a largo plazo.
Si en estado de hipnosis quisiera recordar lo ríos que cruzan España con toda seguridad no los recordaría. Cuando los aprendí en el colegio tan solo lo hacía para aprobar. No había implicación emocional, nada que me hiciera recordar ésos nombres por un motivo. No había pasión por recordarlos.
Pero sí recuerdo como mi abuelo pescaba barbos en el Guadalquivir a su paso por Sevilla. Que sus aguas son verdes y serenas. Y no puedo evitar emocionarme al recordar las mil y una historias que viví con mi querido abuelito. El inconsciente funciona por asociación, uniendo un recuerdo a otro, una experiencia con otra.
Por muy intelectuales que podamos parecer todos tenemos una profunda vida emocional que determina nuestro estado anímico. Su buena dirección puede hacer de tu vida una experiencia inspiradora que te impulse a “sacar lo mejor de ti” y lograr esa sensación de plenitud, de dicha, de calma…
«A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria»
Dr. Seuss
Tus experiencias se convertirán en tus memorias.